ENTRE DOS MUNDOS. Pequeñas reflexiones sobre educación y otras cosas
domingo, 27 de diciembre de 2020
domingo, 31 de mayo de 2020
La nueva normalidad
En estos momentos tan duros, subrealistas, llenos de incertidumbre, dicen que vamos a cambiar, a ser mejores personas y "salir del nido" renovados y listos para vivir de otra manera. La nueva normalidad quizás sólo consiste en cumplir tres reglas, realmente fáciles: lavarnos las manos, mantener una distancia de 2 metros y utilizar mascarilla cuando no podamos mantenerla. Sólo son tres reglas... ¡pero que difícil de cumplir!
Cuando salgo a la calle, siento que no hemos aprendido nada, que seguimos siendo los mismos: esos seres egoístas que tienen que pasar primero, que tienen que romper las normas porque así son más listos, que siguen en el pensamiento de a mí no me va pasar por lo que me da igual... Si miras a tu alrededor, que pronto se ha acabado la solidaridad y la gratitud: ya sólo quiero salir y hacer lo que me dé la gana sin contar con que lo que yo haga repercute en mi familia, mis amigos, mis médicos, mis enfermeras, mis policías, mis cajeras del super, mis vecinos, mis compañeros del trabajo... y de todas esas personas que se han quedado sin trabajo, que han tenido que pasar el confinamiento en una habitación sin tener que comer y con la amenaza de la expulsión por no poder pagar el abusivo precio de esa cutre habitación. Pero "no pasa nada" yo salgo, y hago lo que quiero por que yo lo valgo (lema que ha hecho mucho daño). Esos somos nosotros, la ciudadanía que efectivamente vuelve a la vieja normalidad, sin novedades de ningún tipo.
sábado, 18 de enero de 2020
domingo, 25 de agosto de 2019
jueves, 8 de agosto de 2019
sábado, 4 de mayo de 2019
¡Qué bonito es el románico!
Un momento, amigos. Antes de poneros a
leer tenéis que apretar el triangulito.
-Se llama play, Koala
Pues eso, el triangulito
-Que cabezón eres Koala
Le dais al triangulito y, cuando empiecen los
señores a cantar, pues eso, os ponéis a leer, ¿vale?
Y no os preocupéis si la música se os pone en
el estómago. Es normal, a nosotros también nos pasa.
Llegan todas las notas corriendo y se te meten
en la barriguita, así, como blanditas.
Es como el algodón de azúcar pero no pringa. Se
te ponen en la barriga y, de repente, no os lo vais a creer, pero empiezas a
flotar
Los koalas, como pesamos menos pues sólo somos hueso y
pellejo, somos los primeros en despegar, pero al final, cuando hay suficientes
notas en la iglesia, hasta el Elefantito y el Rinoceronte tiran para arriba.
No veáis que grassioso es eso.
Es como si fueras en avión pero sin avión. Como
si estuvieras tumbadito encima de ellas, que se ponen muy juntitas y se agarran
de los rabitos para que no se escape ninguna, como una vez nos pasó con Bach.
Ñam Ñam, nuestro leoncito, como todavía es un
poco bebé y no le había pasado nunca esto, se puso un poco nervioso al
principio, pero todo se arregló cuando el Rinoceronte le dijo
-Tu haz como si corrieras por el Serenguetti
Y cuando lo hizo vio que aquello era muy
divertido, y se puso a hacer carreras por el techo, y en una de esas, como
estaba muy oscuro, casi se dio con las imaginaciones del Elefantito.
-En el claustro
Sí, en el patio del monasterio donde viven esos
señores que cantan...
-Los monjes
Sí, esos mismos.
Van todo de negro y dan un poco de susto, pero
cuando cantan es fantástico, pues vas flotando.
El Elefantito abre las orejas como si fuera Dumbo y le gusta planear muy despacito mientras piensa en el románico, y como
le gusta tanto, se ven las esculturas en medio de lo oscuro, flotando también.
-Ay - dijo el Leoncito al chocarse con una de
ellas.
-¡Qué bruto eres! ¡Me la has torcido!
Y tuvo que imaginarla de nuevo para ponerla
recta.
Eran unos señores que andaban, como peregrinos.
-Qué bonito es el románico - decía entonces.
-Es un poco serio, Elefantito.
-Antes tenía colores.
-Y ¿por qué los han borrado?
-Son muy antiguas, koalas.
Y de repente pasó a toda velocidad el Rinoceronte.
-Hola, amigos.
Y la imaginación románica se deshizo en muchos
cachitos.
-¡Ya me la habéis vuelto a romper, con lo que
cuesta hacerla entera!
-¿Son otros animales imaginarios?
-Sí, pero del románico.
-Son muy feos.
-Y dan chusto -dijo el Otro Koala.
Pues aunque le guste tanto al Elefantito, el
románico siempre da un poco de chusto
-Son como nuestros monstruos del armario.
-Si, Koala, ellos también pintaban sus monstruos
del armario - dijo muy serio, como si estuviera diciendo algo muy importante -
. Todo el mundo los tiene y...
Pero al Elefantito no le dio tiempo a terminar
pues los señores que cantaban...
-¡¡¡¡¡los monjeeeeeeees!!!!!
Los monjeeees se callaron de repente y las notas
que nos sujetaban empezaron a desaparecer y nosotrooooos a caeeeeeer...
¡Plof !
Vaya coscorrón nos dimos todos.
-¡Ay!
-¡Ay!
-¡Ay!
Nos quedamos hechos un montoncito junto a
nuestros papis mientras los señ...
-¡¡¡¡Los monjes!!!!
Los monjes se marchaban a dormir después de
cantar y la gente ya se levantaba de los bancos sin darse cuenta que, arriba,
junto al techo, toda la iglesia estaba llena de imágenes románicas flotando.
-Miradlas. Parecen mariposas - dijo el Elefantito que las miraba emocionado.
Vicente Camarasa y Amparo Gómez-Rey
En Silos a 3 de mayo de 2019
lunes, 1 de abril de 2019
Pensamientos Koalas IV: El cambio de hora
¡Hola!
Estoy muy preocupado... ¡tanta hora que nos dan y nos quitan!!!! Yo creo que cada vez que hacen un cambio de hora, se van quedando minutos... ¿No os pasa que los días os cunden menos? El Otro Koala y yo lo tenemos muy hablado... Alguien debe tener una cajita llena de minutos que nos van quitando...
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